No se como empezó.
Creo y pienso que fue una caricia de la vida.
Fué tan fulminante que el golpe de vitaminas Me dejó en coma Inducido.
Aún no puedo despertar, ni deseo hacerlo.
Quiero esquivar ese momento entre nubes y soles.
Esconderme del destino aunque sea por esta única vez,
Para embriagarlo de su Calidez y que perdure en el tiempo.
No quiero sentirme agobiado de tan perfecto sentimiento jamás experimentado.
Fué el instante preciso donde mi cordura se disfrazó de su encanto y me sedujo.
Me sedujo porque yo siendo débil en este manto, me ví envuelto en arrebatos de ternura.
Desde oir los cantos de sus risas, hasta el extracto de su interior.
Ese mismo que palpita protejido por la armadura de su experiencia.
Tiene el alma Frágil y dócil de tanto cariño derramado.
El terciopelo de sus ojos, se funde con su sonrisa de algodón.
Hoy presiento un gustoso aroma de su frescura.
Me desmayo en mis ganas de curiosidad.
Creo que ambos somos una tortura que nos gusta y que nos muestra su intrigante hermosura.
Sólo pido un poco más de su coqueta armonía revuelta en su adorable simpatía.
La viveza de sus sentidos me atraviesa el corazón y me acarician con sus latidos.
Es tan adorable que hasta su nombre me secuestra en las noches y me estremece de día.
Deriva de un ángel, que apasiona mi sentidos y que durante su ausencia no encuentro descanso.
Así fué como empezó, Creo.
Es tan delirante que los minutos se tejen entre si Cuando su compañia se filtra en el óxido de mi Existencia.
Así es, eres tú quien me provoca tan placentera reveldía en cada rastro que dejas con tu Dulce cercanía.
