Tu mirada limpia y sin estorbos, con el sol de primavera como tu complice amanecer.
Tu sonrisa fresca y delicada, entre cada frase de tu dulce voz de inocente madurez.
Candentes gestos de tu boca, que danza al ritmo de tus labios juguetones y coloreados
de tu sensual ternura.
Me dominas con tu intimo desliz de tus cabellos y me desnudas por completo.
Tu cuello generoso y travieso, me arrastra lentamente hasta tus pasiones.
La fragancia debajo de tu piel corrompe tus respiros y se aparea con el torrente sanguineo de mi loco palpitar.